El verano ya llegó!! Y con él las ganas de comer helado, y ¿por qué no? También de hacerlo! A ver, los helados industriales están muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy buenos, pero los caseros tienen sus ventajas...
...por ejemplo, que puedes hacértelo de lo que quieras, y sobretodo ¡ponerle el azúcar que quieras! evitándote así el consecuente sentimiento de culpa después de zamparte toda una caja de helado sin descanso... lo cual suele ocurrir... sobre todo cuando ya te has jampado tanto helado que te da lastimica guardar tan poco en el congelador, o peor aun, que por no guardarlo antes se te ha medio derretido y dices: "pues rota la cadena del frío ya me lo acabo"
En este caso el helado es un clásico, leche merengada... ¡¡que bueno!! ¡¡y que recuerdos!! De pequeña siempre querías la copa grande y luego claro, no había quien se lo acabase... y sin más dilación que me enrollo...
Receta de Helado de Leche Merengada:
- 1 litro de leche
- 4 claras de huevo
- 300g de azúcar
- 1 rama de canela
- ralladura de 1 limón
- canela en polvo
- Rallamos la piel del limón, desechamos las partes blancas, puesto que amargaran la mezcla, y la lavamos.
- Ponemos a hervir en un cazo la leche, 250g de azúcar, la rama de canela y la ralladura del limón, dejamos cocer a fuego lento 5 minutos. Dejamos enfriar, colamos y reservamos.
- Una vez enfriada la leche, montamos las claras con la batidora a punto de nieve, y añadimos los 50g de azúcar restantes.
- Añadimos las claras montadas a la leche con las varillas y de manera suave, con movimientos envolventes de abajo a arriba.
- Para helar la mezcla hay dos opciones:
- Disponer de una heladera.
- Colocar la mezcla en una bandeja o recipiente metálico (mejor si es una bandeja) en el congelador, y sacarla cada hora para batir (con varillas o con un tenedor), repitiendo el proceso hasta obtener la consistencia y textura deseada.
- Por supuestísimo decoramos con canela en polvo al servir.
VOILÀ!
